Gossen Profisix

Sin duda, uno de los mejores fotómetros que tengo o por lo menos, con el que más me siento identificado y encuentro más cómodo.

Evidentemente analógico y con las siguientes características:
  • Medición de luz incidente y reflejada.
  • Compensación de exposición a través del anillo exterior del dial.
  • Escala de medición para cine.
  • Escala de velocidad de obturación, de 8h a 1/4000s.
  • Valor f: de 128 a 0,7.
  • ISO: 0,8 (DIN 0) a 100.000 ASA (DIN 51).
  • Alimentación por pila de 9V.
  • Totalmente ajustable y con posibilidad de calibrar de forma fácil.

Fotómetro Polaris

Mi único fotómetro digital que tengo, es un Polaris.

Cierto, que a priori podemos pensar, que no es un gran fotómetro, pero si no nos dejamos influenciar por su precio tan económico, no nos daremos cuenta de ello.

Primero, destacar su diseño ergonómico, fácil e intuitivo, con una pantalla muy clara, ligero y práctico.

Sus funciones son:

Gossen Sixtino 2 - El pequeño gran fotómetro


Mucho antes de tener los pequeños fotómetros de Voigtländer, como el VC y el VC-II o el Sekonic L-208 y de no encontrarme del todo a gusto, con los pequeños Leicameter de Leica, usé durante mucho tiempo, el fotómetro Sixtino 2 de la prestigiosa marca Gossen, que bajo mi modesta opinión, siempre ha sido una de las mejores.

Como dice el título de la entrada, un pequeño gran fotómetro, ligero y muy preciso. Es cómodo, se puede usar con una sola mano, no molesta en el bolsillo de la bolsa de la cámara, la chaqueta o del pantalón y no usa pila (eso le puede jugar en su contra).

Capaz de medir luz incidente, a través del difusor blanco mate incorporado, a modo de lámina corredera escamoteable y evidentemente, luz reflejada.



Es un fotómetro de célula de Selenio. Eso quiere decir, que la aguja de este fotómetro, actúa cómo voltímetro, que en realidad, mide la corriente generada la célula de Selenio, al incidir la luz sobre ella. Podemos decir, que en realidad se trata de un voltímetro y una placa fotovoltaica. El gran problema es, que estas placas de Selenio, con el paso del tiempo, pierden la capacidad de generar corriente eléctrica y se "agotan", dejando de producir la corriente necesaria para generar el campo magnético, que mueve la aguja del medidor y por consiguiente, la inutilización del fotómetro.

Como siempre me gusta encontrar algún defecto, por leve que éste sea, decir que como cualquier fotómetro analógico, que cuente con sólo una escala, en escenas con baja iluminación, cuesta un poco obtener una buena exactitud de la lectura de la exposición, si pretendemos afinar mucho. Esto puede ser un problema, si usamos película positiva en color (diapositiva), con la que una desviación de 1/3 del valor de exposición, puede arruinar nuestra foto.



Sin lugar a dudas, si tenemos la oportunidad de usar un Sixtino 2 en buenas condiciones técnicas, seguro que no defraudará a nadie.

Vivitar Serie 1, 35-85mm f:2.8


Reconozco que no soy partidario de los objetivos zoom y en el 90% de mis fotos, utilizo lentes de focal fija, por su superior calidad, luminosidad y el elevado rendimiento óptico que ofrecen.
Los mecanismos, partes móviles de los objetivos zoom y los diseños con mayor número de elementos, dejan en inferioridad óptica a estas lentes, frente a los “sencillos”, pero más efectivos, objetivos de focal fija, con menos partes móviles expuestas a desajustes y menos elementos.
Hay pocos objetivos zoom, que me llamen la atención, pero con el Vivitar Serie 1, 35-85mm f:2,8, me veo obligado a hacer una excepción.